La situación es buena, cerca de Santillana y de Comillas. La habitación tiene un gran inconveniente, huele mucho a humedad, deberían hacer algo para remediarlo, porque es bastante molesto. El segundo punto negativo es el desayuno, no es que esperáramos nada del otro mundo, pero teniendo en cuenta que durante 2 noches fuimos los únicos clientes alojados y las 2 noches siguientes debíamos ser 4 personas en total, esperábamos que fueran un poco más explendidos. Podíamos pedir, ya que hay un bar, tostadas, croissant, un vaso de zumo de botella. Nos ofrecieron jamón y queso para las tostadas. Tenían dos hermosos jamones expuestos y nos pusieron jamón de lonchas envasados y queso tipo tranchetes, no lo volvimos a pedir... Debemos decir que la dueña nos hizo buenas recuerdo mendaciones para visitar y que si mejorara el tema del olor a humedad y sirviera directamente un platito con un poco de jamón y queso decentes, el lugar sería ideal.